30 May
30May

1. Recuperar el hambre real

El hambre real no tiene nada que ver con aquel otro hambre que puede aparecer a media mañana o a media tarde en la que solo nos apetece picar algo: un palito, una galletita, un café azucarado…  En la mayoría de ocasiones, relacionada con un estado de hipoglucemia derivado de la ingesta previa de productos densos y azucarados (pan, galletas, magdalenas, mermeladas, azúcares y edulcorantes…). 

Si tienes hambre real no te vas a conformar con algo para picar, querrás comer más cantidad; y si encuentras una mesa abundante con carne, pescado y/o huevos, una buena ensalada con aguacate y/o frutos secos y diversos tipos de fruta… te hará feliz.

Para recuperar este hambre real debes dejar de comer productos densos y azucarados. Estos son los principales responsables de que vuelvas a tener hambre al poco tiempo de haber comido. Si desayunas a las 8 h un café con leche y azúcar y galletas o pan con mantequilla y mermelada, es muy fácil que a las 11 h de la mañana te aparezca la necesidad de picar algo. Debemos romper con esta dinámica a pesar de nuestro cerebro dulce. 

Al comer alimentos donde haya grasa de calidad como aceite de oliva, aguacate, coco, huevo, frutos secos, caballa, bonito o atún en conserva… y carbohidratos poco densos como la fruta, la verdura y el boniato y/o la patata, verás que cada vez tarda más en volverte a aparecer el hambre. Y cuando lo haga será el hambre real que nada tiene que ver con esa necesidad imperiosa e incluso ansiosa provocada por la hipoglucemia.

Recuperar este hambre real va a permitir que pasemos de un estado de rigidez metabólica donde dependemos de comer cada 2-3 horas porque si no parece que nos va a dar algo, a un estado de flexibilidad metabólica donde cada vez somos más capaces de aguantar entre una comida y otra sin problema y con un estado energético mucho más estable, mejorando así tu estilo de vida y alimentación.

2. Comer hasta saciarse

Una vez que recuperas el hambre real, solo te queda que cuando te sientes a comer lo puedas hacer hasta saciarte. Nuestro cerebro no está diseñado para encontrarse comida y poner límites. La relación con la comida debe estar asociada a disfrutar, a alegría y felicidad.

 Si te sientas a comer y te dicen que solo puedes comer 150 gr. de ese alimento y una sola pieza de fruta, te va a generar sufrimiento, ansiedad y no va hacer otra cosa que incrementarte el hambre.

Una de las claves para conseguir saciarte sin comer más calorías de las que te tocan, pasa por hacerlo con alimentos y no con productos. Puedes decidir ingerir 100 gr de plátano y sumar 89 calorías o 100 gr de pan y sumar 265 calorías. 

Los alimentos más naturales están «diseñados» para podernos saciar sin sumar más calorías de las que necesitamos.

3. No tener miedo a llegar con hambre real a la comida

Hay que evitar tener miedo a llegar con hambre real a la comida ya que esto justamente lo que nos indica es que nuestro sistema digestivo está perfectamente preparado para realizar la digestión de manera favorable sin pesadez, hinchazón y/o dificultad para digerir.

No debemos tener miedo a saciarnos cuando lo hacemos de alimentos, ya que sencillamente eso nos va hacer disfrutar de la comida, reconciliarnos con ella y tu cerebro no se quedará en deuda, que implicaría volver a tener hambre de nuevo al poco tiempo de comer. O lo que es peor, no dejar de pensar en la comida a lo largo del día. Un auténtico sufrimiento.

4. No hay ningún alimento o en este caso producto prohibido

Podemos comer todo aquello que queramos. Ahora bien: come la mayor parte del tiempo alimentos (mínimo un 80% de la semana) para poder alcanzar los 3 primeros puntos planteados y limita los productos a una o dos comidas «sociales» que tengas normalmente el fin de semana.

5. Incorpora el ejercicio físico en tu estilo de vida

Nuestro cuerpo necesita movimiento para tener salud. No se trata de moverse para poder comer más y peor, sino para activar una gran cantidad de mecanismos endocrinos antiinflamatorios y de bienestar que generan una acción vital en nuestro cuerpo.

Si te ha interesado este post te ánimo a que hagas de ello una práctica en tu día a día. Verás que tú relación con la comida va a cambiar...para bien, y tú cuerpo y salud también!!!!🥰

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