«Cómo evitar comer en exceso», es una pregunta que nos hemos hecho todos alguna vez. «Comer en exceso» ya de por si es una expresión asociada a la contención, y aunque pueda parecer una detalle sin importancia, una alimentación saludable no se basa tanto en contener nuestros impulsos, como en tener conciencia de ellos. No se trata de estar toda una vida reprimiéndose o controlándose, sino que simplemente, no surjan.

Clave para evitar comer en exceso

¿Cómo saber si estoy comiendo en exceso?

La mayoría de nosotros somos conscientes de que en muchas ocasiones las cantidades que sirven en restaurantes, reuniones de amigos, fiestas familiares, etc. Pero a pesar de ello, es frecuente comer sin plantearnos las consecuencias a medio plazo.El exceso como tal suele venir acompañado de señales fisiológicas distintas, como la pesadez, el ardor o la molestia estomacal, a veces también una ligera somnolencia y la sensación de malestar. 

¿Qué consecuencias tiene el comer en exceso?

La obesidad y el sobrepeso es la consecuencia más visible y que más nos suele preocupar, pero no es la única.Si le damos a nuestro organismos más de lo que necesita en algunas personas puede almacenarse en forma de grasa. Pero en otras personas, a pesar de que no engorden, puede predisponer a numerosas enfermedades.Por tanto, el comer en exceso no es solo un asunto de no engordar, sino de estar sanos y equilibrados. 

¿Qué nos predispone a comer en exceso?

Vivimos en una cultura de la abundancia y la disponibilidad inmediata, y en muchas ocasiones se hace patente el dicho de “cuanto más, mejor”.Estos excesos muchas veces ocurren como una liberación o como un contraste al resto de momentos del día donde nos tenemos que inhibir, lo que se denomina “efecto péndulo”.De esta manera acabamos perdiendo nuestros propios límites naturales, porque “tenemos que aprovechar ahora”, antes de volcarnos otra vez en la rutina y la monotonía. 

¿Cómo conseguir comer sin excederse?

Si queremos “evitar” comer en exceso, lo que podemos hacer, más que llevar a cabo un cambio radical, es tener en cuenta pequeños detalles.Piensa en  “Cómo” voy a comer, en lugar de en “Qué” voy a comer. De poco nos sirve conocer qué tipo de alimentos son saludables, tener un conocimiento extenso sobre nutrición, si no conozco la predisposición con la que llego a esa comida.Si no me observo a mí mismo antes de las comidas, y cuido mi nivel de fatiga, activación o mi estado de ánimo, el planning alimentario previsto puede irse al traste. Si tengo en cuenta que para comer de forma consciente, necesito llegar con una energía y una calma mental mínima será bueno incorporar en mi día a día costumbres que me hagan conectar conmigo y desconectar de lo que me produce ansiedad o estrés.

" El que domina a los otros es fuerte; el que se domina a sí mimo es poderoso" -Lao-Tsé-