El agua es vital para nuestro cuerpo, es el principal componente de nuestro organismo, tanto que el 70% de nuestro peso corporal es agua. La edad, el sexo o la grasa corporal son condicionantes importantes para establecer este porcentaje que afecta a casi todas las funciones de nuestro cuerpo.
Las funciones del agua
La mayor parte del agua se encuentra dentro de las células que cumplen funciones vitales en el organismo. El agua tiene la función de transportar nutrientes a las células, ayudar a la digestión de los alimentos o estabilizar nuestra temperatura. Por eso, tener el hábito de beber agua con asiduidad es sinónimo de salud. La cantidad total de agua se localiza principalmente en las células, que acumulan dos tercios del agua del cuerpo, mientras el otro tercio se reparte en el espacio alrededor de las células y en la sangre. Por ejemplo, en un hombre de unos 70 kilos de peso hay aproximadamente 45 litros de agua.
Para entender la importancia del agua en nuestro cuerpo hay que tener en cuenta otros factores de importancia como que todos los órganos vitales contienen agua : el cerebro, los pulmones, el corazón, el hígado y los riñones se componen de entre un 65% y un 85% de agua.Los huesos también contienen agua , aunque en su caso en menor medida, sobre un 30% aproximadamente.
Por qué necesitamos beber agua
El agua es la gran olvidada en nuestra dieta. Siempre contabilizamos los alimentos que tomamos y muchas veces no tenemos en cuenta las cantidades de líquido que necesitamos ingerir porque el agua es fundamental para muchos procesos vitales:
Controla la temperatura de nuestro cuerpo: permite que el organismo expulse calor cuando hay una temperatura ambiente baja. Pero cuando hace calor, sucede lo contrario: el cuerpo hace que el agua se evapore y aparezca el sudor con el objetivo de enfriar el cuerpo.
Es un salvoconducto de los nutrientes: el agua es el actor principal para la descomposición bioquímica de los alimentos que ingerimos y transporta a los nutrientes como los minerales, vitaminas y glucosa a las células.
Está presente en la sangre: el agua es un ‘ingrediente’ fundamental de la sangre. El plasma sanguíneo llega a estar compuesto por el 90% de agua siendo el plasma el 55% del volumen sanguíneo.
Es un gran aniquilador de toxinas: el agua, entre sus principales funciones, ayuda a eliminar toxinas. Con la ingesta de H2O se desechan toxinas y son expulsadas en forma de heces u orina.
Mejora la digestión: el agua hace más rápida y mejor esta función de nuestro organismo.
Facilita el riego sanguíneo, la reproducción celular y el movimiento.
Un facilitador para las articulaciones: el agua es un lubricante eficaz para las articulaciones y hace de amortiguador para los ojos, el cerebro, la médula espinal y, en las mujeres embarazadas, es clave para el feto y el líquido amniótico.
Ayuda a las reacciones químicas del cuerpo: tiene un papel fundamental en acciones como respirar, sudar, defecar u orinar.
Evita que se sequen las membranas mucosas como las lágrimas, la saliva en la boca o los mocos en la nariz.
Beneficios de beber agua
Beber agua no solo es imprescindible para hidratarnos y poder vivir, sino que en el día a día proporciona multitud de beneficios:
Mejora el ánimo porque el agua nos hace sentirnos bien.
Ayuda a perder peso: consumir agua reduce el hambre y ayuda al cuerpo a metabolizar la grasa acumulada. Además, el agua tiene cero calorías.
Mejora el sistema inmunológico: beber la cantidad recomendada evita enfermar de gripe y otras dolencias como las piedras del riñón y ataques al corazón.
El agua es un remedio natural contra el dolor de cabeza y espalda, sobre todo los que son causados por la falta de hidratación.
Reduce el riesgo de padecer cáncer de vejiga y de colon: Beber la cantidad recomendable asegura que el hígado, los riñones, el sistema digestivo e inmunológico cumplan correctamente sus funciones.
Alivia la fatiga: si el organismo no tiene agua, nuestro corazón, por ejemplo, tiene que trabajar más para bombear la sangre oxigenada a todas las células. Sucede igualmente en el resto de los órganos vitales: se agotan, sufren y, por tanto, nosotros también.
Ayuda a tener nuestra piel hidratada previniendo el envejecimiento de la misma: El agua ayuda a reponer los tejidos de la piel, la hidrata y aumenta su elasticidad. Nos hará parecer más jóvenes.
Nos ayuda a concentrarnos y mejorar nuestro rendimiento intelectual ya que el cerebro está compuesto principalmente de agua.
Evita los calambres musculares, los esguinces y mejora la resistencia de los ligamentos en la práctica deportiva.
La ingesta de agua depende de cada persona así como de su edad, el peso, la actividad física que realice e, incluso, la temperatura o clima de donde se viva. Se recomienda beber agua en la mayor medida que se pueda y no sustituirla por bebidas azucaradas, ni otro tipo de bebidas.
El agua fresca y pura es insustituible... No hay duda, el agua es vida!!!