Una dieta hipocalórica es aquella en la que las calorías que la persona consume a lo largo del día son inferiores al gasto calórico que produce. Las necesidades energéticas deben calcularse de forma individual ya que nuestras características físicas son diferentes. Hay muchas fórmulas para calcular el metabolismo basal, es decir, la energía que nuestro cuerpo necesita para llevar a cabo sus funciones. Estas fórmulas deben reajustarse en caso de enfermedad, lactancia, embarazo, niños y tercera edad, así como en otras situaciones especiales. Se utiliza una fórmula denominada Harris-Benedict, aunque no deja de ser aproximativa.
Por otro lado, para saber las calorías totales que necesitamos, debemos conocer otros dos aspectos para completar la fórmula como la actividad física que se realiza y el efecto termogénico de los alimentos, que es la cantidad de energía necesaria para llevar a cabo la digestión, el transporte, la absorción y el metabolismo de los nutrimentos contenidos en los alimentos. Una vez que sabemos las calorías que necesitamos ingerir, debemos saber cuántas comemos y si estas nos aportan todos los nutrientes que necesitamos.
Después de todos estos cálculos, una vez que conocemos cuánto ingerimos, cuánto debemos ingerir y cuál debe ser nuestro peso saludable, podemos establecer, en caso necesario, las pautas adecuadas para mantenernos sanos y alimentarnos bien. Y, en el caso de que sea necesario, cómo conseguir una deficiencia calórica segura para perder peso.
Un dietista-nutricionista es quien puede darte las herramientas para que esta ardua tarea sea fácil de llevar a cabo sin necesidad de realizar todos estos cálculos ni pesar o cuantificar cada cosa que vas a comer diariamente.
¿Puedo crear y seguir mi propia dieta hipocalórica?
"Se puede, es más se hace, pero no se debe. Es algo común seguir cualquier dieta sin entender que puede tener múltiples efectos perjudiciales". Cuando queremos perder peso se tiende a hacer una dieta excesivamente estricta en tipos y combinación de alimentos.
Está además muy extendida la creencia de que si disfrutas comiendo no lo estás haciendo bien; tendemos a asociar la dieta o régimen con un tipo de alimentación en la que debemos sufrir por conseguir los resultados esperados, éstos a veces poco realistas. "Este concepto de dieta estricta, restringida o excesivamente dura genera a la larga rechazo, puesto que somete a la persona a una situación en la que no se siente a gusto, de la que no disfruta… cada vez tiene menos ganas de continuar y finalmente decide tirar la toalla por su bienestar mental. Y a la hora de volver a iniciar una dieta nos cuesta volver a motivarnos para someternos a ese sufrimiento de nuevo".
Además de esto, este tipo de dietas no supervisadas no generan cambios en el estilo de vida ni aumentan nuestros conocimientos para permitirnos aprender. "Si la persona no comprende la naturaleza de lo que hace, lo que necesita comer para mantenerse en un buen estado de salud; no se le enseña qué cantidades son adecuadas de los distintos grupos de alimentos y en qué frecuencia; recetas saludables y palatables y, en algunos casos, si no se mejora la relación con la comida no estamos haciendo un buen trabajo que tenga efecto a largo plazo".
La educación alimentaria es fundamental. Cuando uno comprende puede autogestionar su pauta dietética a su antojo y según cada situación que se le presente. Esto es lo que, los Dietistas-Nutricionistas buscamos en consulta, dotar a la persona de todas las herramientas que le permitirán disfrutar comiendo sano y para siempre.
¿Qué alimentos se incluyen en una dieta hipocalórica?
Debe incluir todo tipo de alimentos, principalmente verduras, hortalizas y frutas variadas; seguida de cereales integrales y fuentes proteicas de calidad en las que prime el pescado azul como fuente de omega-3 así como pescado y carne blanca y los frutos secos. Y finalmente, nuestro estupendo aceite de oliva como fuente de grasa saludable de nuestra dieta.
La pirámide alimentaria australiana refleja las proporciones y grupos de alimentos que debemos consumir en mayor cantidad; es una herramienta muy práctica y completa.
La buena noticia, es que cualquier alimento o producto se puede consumir, aunque hay algunos que debemos hacerlo de forma puntual.
Si le otorgamos a un alimento o producto el adjetivo de prohibido, esto lo idealiza y genera mayor deseo por el mismo. No tenemos porqué eliminar ningún alimento de nuestra dieta siempre y cuando nuestro patrón dietético de alimentación sea fundamentalmente saludable.
Ahora bien, si tu forma de alimentarte es el alimento natural, saludable y lo más fresco posible, y esto no te supone una lucha ni te provoca ansiedad por otro tipo de alimentos menos sanos...!Ese es el ideal para cuidar de tu salud!