¿POR QUÉ TANTAS PERSONAS FRACASAN A LA HORA DE HACER DIETA?
¿POR QUÉ TANTAS PERSONAS FRACASAN A LA HORA DE HACER DIETA?
08 Oct
08Oct
El concepto de “hacer dieta”está asociado con un corto plazo en el que se pretende corregir todos los fallos en los que se ha incurrido durante muchos años. Y, como todo en la vida, una corrección de hábitosrequiere de un tiempo de aprendizaje, adaptación e interiorización, no de un milagro.
De hecho, no nos gusta usar este concepto debido a que se asocia a una situación fisiológica determinada y temporal, cuando en realidad deberíamos adquirir unos hábitos saludables que nos permitan mantenernos en buen estado de salud siempre. Es decir, no deberíamos de entender la palabra “dieta” con esta connotación negativa de restricción en comida y en tiempo, aunque es un hecho, que así es como la utiliza la mayoría.
Un plan nutricional adecuado debe garantizar una pérdida de peso continuada a largo plazo. Esta pérdida de peso no es necesariamente rápida, lo que genera impaciencia en quienes lo están realizando y, por tanto, abandono y fracaso. Sin embargo, el hecho de que esta pérdida de peso sea lenta pero continuada permite que sea sostenible a largo plazo, ya que favorece una corrección de hábitos y la consecución de un estilo de vida saludableen el que se puede seguir disfrutando de las reuniones sociales, celebraciones y fechas especiales, eventos que por su carácter esporádico no influyen de manera sustancial en un estilo de vida saludable.
Otro problema frecuente es no marcarse unos objetivos realistas y óptimos, ya que queremos las cosas aquí y ahora. Esa necesidad de placer instantáneo, que a veces no conseguimos cuando nos ponemos de manera reiterada a “dieta”, hace que la abandonemos.
Además, debemos de ser conscientes de que comemos como vivimos, por lo que si no hacemos un cambio en aquello que nos hace comer de determinada manera, sólo estaremos parcheando el problema y no trabajándolo desde el origen.
Teniendo todo esto cuenta, es muy importante cuidar la motivación y establecer un compromiso para alcanzar lo que se quiere, pero a largo plazo y de forma permanente.
¿Cuáles serían los hábitos alimenticios que no deberíamos descuidar para alcanzar nuestro propósito?
Existen varios tips que nos pueden ayudar a alcanzar nuestro objetivo dentro de un programa nutricional determinado y que pueden ser mantenidos a largo plazo:
- Hacer 5 comidas al día. Esta medida ayuda a evitar los atracones en las comidas principales y evita la aparición de grandes picos de glucosa en sangre, que están relacionados con enfermedades crónicas a largo plazo como la diabetes tipo II.
- Basar la alimentación en alimentos de origen vegetal y en alimentos no procesados. Mientras que en los alimentos frescos o naturales se encuentra la mayor concentración de nutrientes, en los procesados la calidad nutricional de los mismos se ve mermada, además de contener por lo general sustancias ajenas al propio alimento que actúan como conservantes, mejoradores del sabor, entre otros.
- Tener un horario para las comidas. No hace falta que sea un horario estricto, pero definir un horario o esquema, nos permitirá planear las comidas que realizaremos cada día, evitando caer en soluciones fáciles que son las que constituyen generalmente nuestro “plan B” cuando no tenemos tiempo ni nada que comer (sándwich de máquina, la primera cosa que encontramos en el bar para picar, etc.)
Una vez se haya perdido el peso deseado o necesario para recuperar y mantener una buena salud, se debe tener en cuenta que el peso ideal numérico es una ilusión o mera teoría. Nuestro peso debe ser aquel en el que nos encontremos en un estado de bienestar físico y emocional, es decir, aquel en el que nos sintamos cómodos y sanos, por lo que en vez de hablar de peso ideal deberíamos de hablar de peso saludable.
Por lo tanto, lo más importante en este punto es no obsesionarnos con un objetivo numérico, sino pensar en un objetivo de salud en el que nuestro cuerpo funcione y evolucione en armonía con la etapa de la vida en la que nos encontremos.
La labor que se realiza en un plan de nutrición, llevada a cabo por un nutricionista, es en gran parte educativa, ya que con ello se pretenden cambiar hábitos que puedan ser mantenidos a largo plazo, de modo que todo lo aprendido durante la duración del mismo pueda ser mantenido. Mantener un estilo de vida saludable, en el que se incluyen todo tipo de alimentos de manera equilibrada, es el objetivo que debemos perseguir y no una fórmula milagrosa insostenible a largo plazo.