15 Dec
15Dec

Todo el mundo sabe que el azúcar no es bueno para el cuerpo, incluso puedes llegar al punto de sentirte culpable cuando comes dulces, pero no siempre fue así. 

El azúcar solía publicitarse como fuente de energía rápida e incluso como una manera de perder peso!!!!! (en viejas publicidades de un producto muy conocido que no voy a nombrar). Ahora hay documentales y libros por doquier que hablan del impacto negativo que tiene en nuestro cuerpo.

Mientras más sabes, más entiendes por qué no hay que consumirlos, pero ¿como hacerlo? Vamos a hablar de porque nos sentimos inclinados a comer cosas dulces y como deshacer esta adicción. Por otro lado vamos a destacar la actitud que debemos tener para lograrlo y como reaccionar cuando aparece el antojo y el deseo incontrolable.

Hay 5 obstáculos que trabajan en tu contra en toda esta mecánica, cuando estos obstáculos están fuera del camino, dejar los hidratos y los hábitos malos en general se vuelve relativamente fácil. Pero hay que dar pasos.

1. Empecemos con tu cerebro

El azúcar te mantiene consumiendo más azúcar independientemente de la cantidad de comida que hayas comido por dos razones: 

La primera es la adicción que produce a nivel biológico. En el cerebro el azúcar activa el centro de recompensa, lo cuál produce placer. Al consumirlo frecuentemente, vamos generando tolerancia y necesitamos más cantidad (Es por eso que alguien que no suele consumir dulces se empalaga más fácilmente que alguien que suele comer). Es por esta razón que al suspenderlos podemos tener un síndrome de abstinencia con dolores de cabeza, temblores, cambios de humor e irritabilidad.

La segunda razón es que consumir azúcar libera insulina, cuando hay mucha insulina no podemos sentirnos saciados  y nuestro cerebro piensa que estamos famélicos, reduciendo el metabolismo y el gasto de energía ¿Alguna vez te tomaste un refresco una hora antes de comer y dijiste "me siento lleno, voy a comer solo una ensalada"? ¿No?... yo tampoco. Todo lo que aumenta el metabolismo (como el ejercicio por ejemplo), nos hace sentir bien, y lo opuesto sucede con lo que reduce el metabolismo como el azúcar. Las ciudades con más obesidad son también las ciudades con más depresión, diabetes, enfermedad cardíaca y consumo de gaseosas per capita. 

Dejar de comer hidratos no significa de ninguna manera reducir mi nivel de felicidad en general

Allen Carr, famoso autor que escribe sobre adicciones plantea una premisa central en cualquier adicción: No te estas privando de nada al dejarla, ninguna adicción mejora la vida de nadie en ninguna manera y la privación que sentimos al retirarla es solo por la dependencia que nosotros mismos creamos.

Muchas personas al enfrentarse a la idea de dejar el azúcar piensan erróneamente que eso equivaldrá a privarse de placer, sin comprender que el azúcar no les brinda felicidad, solo crea un contraste en su estado actual, mientras que a largo plazo los deja letárgicos, con kilos de más y con un estado emocional más inestable.

El otro error abismal que cometen los pacientes y la gente en general es proyectar la "agonía" consecuente a dejar el azúcar de manera indefinida en el tiempo. Dependiendo de que tipo de dieta llevas y si tomas o no alcohol, puedes empezar a sentirte mucho mejor en aproximadamente 1 y 2 semanas.

2. Las compañías que venden productos alimenticios 

Estas saben que pueden agregar un poco de azúcar (o jarabe de alta fructosa) a su producto para hacerlo más rico, incluso en productos donde no esperarías encontrar nada de dulzura.Si consumes productos con azúcar agregada, por más fuerza de voluntad que pongas vas a perpetuar el ciclo.

Tu cerebro te prepara para cosas que espera que sucedan, lo mismo sucede con la comida (cuando vemos u olemos comida nuestro cuerpo inicia la fase "cefálica" de la digestión), a mayor dulzura esperada, más insulina voy a liberar, produciendo más hambre. Es por esto que solo "ver" comida dulce puede darte más hambre, aunque el contenido de tu estómago no haya cambiado.

Existe una manera de desarmar esta conducta instintiva. Esto se logra cambiando el programa:

Supuesto 1 (mal hábito): Ver foto de comida = comprar comida = sacar comida del paquete = comer = repetir.

Supuesto 2 (buen hábito): ver comida real = comprobar que la comida sea fresca/madura = cocinar la comida = comer (un hábito como este tarda unos 22-23 días en establecerse y llevarse a cabo de manera inconsciente, con lo cual sostener el proceso hasta formar el hábito es crucial).

3. Grupo de hábitos establecidos

El humano es, en resumen, un grupo de hábitos, podemos definir la "personalidad" con un sin número de variables, cada una de esas variables es un hábito (sea despertarte y hacerte un café, ser generoso con los demás, irritarse por el retraso de los colegas, etc...).

El hábito es un grupo de acciones que se unen en un solo conjunto para ahorrar esfuerzo (en nuestro cerebro los ganglios basales unen las acciones: abrir la puerta, sentarse, abrocharse el cinturón, acomodar los espejos y el asiento, arrancar el coche, etc... en una sola acción, piensalo como "comprimir los archivos") y permite llevar a cabo acciones en "piloto automático", como cuando conduces al trabajo y no tienes noción de la mayor parte del trayecto. 

El problema radica en que este "piloto automático" también se activa para las comidas. Conociendo esta información, los locales de comida rápida mantienen la misma estética y funcionalidad, para despertar en el cliente una respuesta consistente que dispare las ganas de comer ahí. Mientras más repitas una acción, más fácil es llevarla a cabo. Esto vale tanto para un arte marcial como para decidir que estás cansado para cocinar y es más fácil comprar comida (de la misma manera que puedes fortalecer la fuerza de voluntad y cada día te va a ser más fácil no comer dulces).

Parte de nuestro deseo tiene que ver con la nostalgia que asociamos al objeto de deseo. Una tarta que nos rememore recuerdos lindos, como un cumpleaños o una reunión familiar, va a ser mucho más atractiva para nosotros que otra (igual de "rica") que no nos produzca lo mismo.

Existe una técnica, común entre fumadores, que ayuda a reducir el recaer en un hábito dañino. La técnica consta de dos partes y funciona para cualquier tipo de hábito. Cuando aparezca el síntoma, en este caso deseo intenso de comer azúcar, es importante ser consciente de como se siente, de los cambios que tienen lugar en el cuerpo, la ansiedad, etc..

EL simple hecho de ser consciente de el suceso y reconocerlo como tal nos permite entender lo que es y dejarlo pasar. La próxima vez que te urja comprar comida procesada o snacks dulces piensa que disparó ese instinto. ¿Reaccionaste a algo que viste? ¿Dolor de cabeza por la abstinencia los primeros diás? ¿un hábito de comer cosas dulces cuando te estresas?. Entenderlo hace muy fácil que retomes el control y lo dejes pasar.

La segunda parte de la técnica consta de un truco basado en neurociencia, el conteo regresivo. Contar de manera regresiva 5, 4, 3, 2, 1 lleva la atención de tu cerebro hacia una tarea que no realizas normalmente y requiere más atención, lo cual facilita romper el viejo patrón de hábitos y tomar una conducta diferente, la cual debe suceder en esa ventana de atención de 5 segundos.

4. El intestino

Los azúcares contribuyen a dañar la mucosa intestinal, aumentando la inflamación y generando problemas como la resistencia a la insulina (el paso previo a la diabetes tipo II). 

En "Pura, blanca y mortal" John Yudkin explica como el azúcar altera por completo la flora intestinal. Hoy en día sobra la evidencia de como una flora bacteriana enferma podría llevar a ADHD ( trastorno de déficit de atención), Autismo, Alzheimer, dificultad para la concentración y sobrecrecimiento de Cándida (un hongo cuyo sobrecrecimiento suele causar fatiga, aumento de peso, distensión abdominal, colon irritable, constipación) cuyo alimento preferido, como la mayoría de hongos y parásitos, es el azúcar.

¿Que se puede hacer al respecto de la flora para acelerar el proceso de dejar el azúcar? (además de dejar el azúcar, por supuesto). Comer alimentos fermentados, tomar pre y probióticos, dado que todos estos ayudan a restablecer la flora normal.

La acción más simple que puedes realizar para facilitar sostener todo el proceso y ayudar a tu fuerza de voluntad es leer más sobre el tema, mientras más sepas, menos dudas vas a tener al respecto y más fuerte va a ser tu resolución (dado que comprenderás más la gravedad de comer azucar).

 Todo esto es más fácil de entender si sabes que tenemos 100 millones de neuronas, conocidas como "segundo cerebro" en nuestro sistema digestivo, son estas neuronas las que permiten generar todos los efectos que nombré antes, como las alteraciones de humor o de atención. 

5. El factor social

Un padre que consume azúcar y no puede evitarlo, facilitará que su hijo lo haga y lo justificará, profundizando la formación de un hábito adictivo. ¿Alguna vez trataste de salir con tus amigos a un bar cuando por X razón no consumías alcohol? Tenías que ofrecer una buena justificación o te iban a ofrecer alcohol aún más que si tomases.

¿Existe alguna "dieta" que facilite aún más el proceso? 

Si, se deberá seguir una dieta que sea baja en hidratos de carbono, pero sin llegar a suprimirlos completamente de la dieta pues estos también son necesarios para un correcto equilibrio, pero se deben escoger opciones integrales descartando completamente las refinadas, y optar por alimentos como legumbres, fruta...que contienen hidratos de carbono pero estos son naturales. 

Además consumir alimentos ricos en grasas saludables, como el aceite de oliva, el aceite de coco, los frutos secos...que son el alimento ideal para tener energía y cumplir todos los requerimientos nutricionales (gracias a un proceso llamado gluconeogenesis).

Algo tan simple como esto puede tener un impacto masivo en nuestra salud y estado emocional.

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