La microbiota juega un papel clave en las enfermedades de la piel. La alteración de la barrera intestinal se conoce como disbiosis y puede afectar negativamente a la piel, causando trastornos inflamatorios y pérdida de agua. Ejemplos como la dermatitis atópica, el acné y la psoriasis están vinculados a la disbiosis intestinal. La solución pasa por recuperar el equilibrio en nuestra flora intestinal, conocida como eubiosis. Esto será gracias a una alimentación equilibrada y rica en nutrientes, junto con la reducción de alimentos ultraprocesados y grasas trans, puede mejorar los síntomas de las enfermedades cutáneas. Además de añadir prebióticos y probióticos a nuestro día a día. ¡Te lo explico todo al detalle!
⚠️ Un desequilibrio en la microbiota intestinal puede llevar a una disminución de la inmunidad de la piel y a una mayor permeabilidad de la barrera cutánea, lo que predispone a diversas enfermedades dermatológicas.
La disbiosis intestinal, caracterizada por un desequilibrio en la composición de la microbiota intestinal, puede afectar sin duda a la salud de la piel. Existe una estrecha relación entre la disbiosis intestinal y diversas enfermedades cutáneas, que se ven influenciadas por la comunicación bidireccional entre el intestino y la piel a través del eje intestino-piel.
💥 Cuando se produce una alteración en esta comunidad de microorganismos, aumentando ciertas especies y disminuyendo otras, se genera un desequilibrio que puede desencadenar enfermedades cutáneas.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y cumple funciones vitales como proteger al organismo de las agresiones externas, regular la temperatura corporal, sintetizar vitamina D y participar en el sistema inmunitario. La piel también refleja el estado de salud interno y puede manifestar signos de desequilibrio o enfermedad. El intestino permeable, puede estar relacionado con diversas enfermedades de la piel, ya que al permitir el paso de sustancias nocivas al torrente sanguíneo puede provocar una respuesta inflamatoria e inmunitaria generalizada que afecta a diferentes órganos y tejidos, incluyendo la piel. Además, el intestino permeable puede alterar la absorción de nutrientes esenciales para la salud cutánea, como las vitaminas A, C y E, los ácidos grasos omega-3 o el zinc.
Distintas enfermedades de la piel están relacionadas con la disbiosis intestinal y problemas con el intestino permeable como ya vimos. Algunas de las enfermedades de la piel más comunes a trastornos en el intestino son la dermatitis atópica, el acné, la psoriasis y la dermatitis seborreica.
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por la aparición de erupciones cutáneas, sequedad y picazón intensa. Estudios recientes han encontrado una fuerte asociación entre la microbiota intestinal y la dermatitis atópica.
Se ha observado que los pacientes con dermatitis atópica presentan una disminución en la diversidad de su microbiota intestinal. El desequilibrio en la microbiota intestinal puede desencadenar una respuesta inmunitaria alterada, lo que resulta en la inflamación de la piel característica de la dermatitis atópica. Además, se ha observado que los probióticos administrados por vía oral pueden ser efectivos en el tratamiento de la dermatitis atópica, ya que ayudan a restablecer un equilibrio saludable en la microbiota intestinal y reducir la inflamación de la piel. El eccema o dermatitis atópica puede estar relacionado con el intestino permeable por varias razones:
La psoriasis es otra enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se caracteriza por la presencia de placas rojas y escamosas en la piel. Al igual que con la dermatitis atópica, se ha descubierto que la diversidad de la microbiota intestinal desempeña un papel importante en el desarrollo y la progresión de la psoriasis.
Se ha observado que los pacientes con psoriasis tienen una menor diversidad de microorganismos en su microbiota intestinal en comparación con individuos sanos. Además, se ha encontrado una mayor presencia de ciertas especies bacterianas asociadas con la inflamación en pacientes con psoriasis. Estos hallazgos respaldan la hipótesis de que el desequilibrio en la microbiota intestinal puede contribuir a la inflamación crónica que se observa en la psoriasis.
El intestino permeable puede alterar la absorción de nutrientes que son importantes para la salud de la piel, como los ácidos grasos omega-3, que tienen un efecto antiinflamatorio. Además, también puede favorecer el desarrollo de infecciones oportunistas que pueden desencadenar o empeorar los brotes de psoriasis.
Al igual que con la dermatitis atópica, el uso de probióticos puede ser una estrategia efectiva para modular la microbiota intestinal en pacientes con psoriasis. El objetivo es restablecer la diversidad microbiota y reducir la inflamación de la piel, lo que puede ayudar a mejorar los síntomas de la psoriasis.
La dermatitis seborreica es una afección inflamatoria de la piel que produce escamas amarillentas y grasas en zonas donde hay mayor cantidad de glándulas sebáceas, como el cuero cabelludo, las cejas, las orejas o los pliegues nasales. La dermatitis seborreica puede estar relacionada con el intestino permeable por varias razones:
El acné es una afección inflamatoria de las glándulas sebáceas y los folículos pilosos que produce granos, espinillas o quistes en la cara, el pecho o la espalda. El acné está relacionado con la alimentación. Y por supuesto, una dieta pobre en nutrientes, con exceso de grasas trans y tóxicos pueden afectar a la permeabilidad del intestino. Se puede alterar el equilibrio hormonal y favorecer el aumento de andrógenos, que son las hormonas que estimulan la producción de sebo. Padecer de intestino permeable puede afectar a la eliminación de toxinas por el hígado y los riñones, lo que puede sobrecargar la función depurativa de la piel y favorecer la aparición de acné.
Además de una alimentación adecuada, hay otros aspectos del estilo de vida que también influyen en la salud de nuestra piel. A continuación, se presentan algunas recomendaciones:
Asimismo, es importante utilizar productos de cuidado de la piel que sean respetuosos con la microbiota cutánea. Existen en el mercado productos formulados con complejos probióticos que ayudan a equilibrar la flora de la piel y a fortalecer su barrera protectora. Estos productos pueden contribuir a mantener una microbiota cutánea saludable y prevenir la aparición de trastornos cutáneos. Por lo tanto, es clave para evitar enfermedades de la piel por disbiosis de la microbiota, que mantengamos hábitos saludables. Con ello podremos controlar los episodios, reducirlos o evitar que vuelvan a aparecer. Y así, tendremos una piel saludable y cuidada.