22 Oct
22Oct

 

    Hay muchos tipos de intolerancias alimentarias, y cada vez son más las personas que las sufren. Intolerancias al gluten, a la lactosa, a la histamina, a la fructosa... la lista de sustancias que "no nos sientan bien" parece aumentar cada día más. ¿Pero esto realmente es así o es una falsa percepción?                   
                           

Basta echar la vista unas décadas atrás para darnos cuenta de que el foco que hoy en día tienen las alergias y las intolerancias a los alimentos es relativamente nuevo. ¿Pero por qué ocurre esto, porque hay más casos?

Y es que efectivamente es una realidad que el número de afectados por alergias e intolerancias alimentarias está creciendo, y que las previsiones es que aumenten aún más.

Por qué cada vez somos más sensibles

“Existen numerosos estudios que tratan sobre este tema, aunque lo cierto es que ninguno es todavía plenamente concluyente, en el sentido de que no apuntan inequívocamente a una única causa”.


Lo que sí se sospecha es que este aumento de la incidencia de las alergias y las intolerancias se debe a varios aspectos que, combinados entre sí, pueden afectar a nuestro sistema inmune. Algunos de los aspectos que pueden influir son los siguientes:

1. Una microbiota pobre

Se estima que la microbiota intestinal está formada por unos cien billones de bacterias que pueden ser de entre unas quinientas o mil especies distintas.

  • Buena parte de ellas permanecen siempre en el intestino, pero hay otras, que llamamos microorganismos en tránsito, que son ingeridas a través de alimentos y bebidas y que, por tanto, “viven” en el intestino temporalmente.
  • Una dieta inadecuada, y también el abuso de antibióticos, pueden hacer que nuestra microbiota se desequilibre y se altere. Y esto favorece la aparición de alergias e intolerancias alimentarias.
  • Lo hace, por ejemplo, favoreciendo que el intestino se vuelva más permeable. Y cuando una persona posee una permeabilidad intestinal anormalmente incrementada, la mucosa del tubo intestinal permite que determinadas proteínas la atraviesen, lo que provoca de inmediato que el sistema inmunológico, siempre vigilante, las reconozca como extrañas y nocivas y entre al instante en batalla contra ellas.

2. La higiene

Otra de las causas es la mejora de las condiciones higiénicas de la sociedad hoy en día, que la hace más limpia que antaño, pero con ello también se ha alterado el sistema inmunológico de las personas y, en algunos casos, hace que este reaccione tomando como elementos nocivos algunas sustancias que no lo son.

Numerosos especialistas sostienen que esta limpieza a veces extrema, esta “esterilidad”, nos aleja hasta tal punto de cualquier organismo nocivo que lleva a que nuestro sistema inmunológico no aprenda bien, por así decirlo, a distinguir al enemigo. Cuando esto ocurre es cuando se da una reacción alérgica.

La higiene es necesaria, pero con los excesos no dejamos que nuestro organismo pueda actuar normalmento y con ello alteramos nuestro sistema inmunológico.

3. La contaminación

Vivir en núcleos urbanos resulta mucho más nocivo que hacerlo en el campo. Y esto es causado, en buena medida, por la polución y la contaminación.

  • En las ciudades es, por lo general, donde más enfermedades alérgicas se dan, y también donde más crisis asmáticas, infecciones y trastornos respiratorios se sufren.
  • El hecho de que la contaminación afecte a personas aquejadas de alergias de tipo respiratorio puede acabar influyendo en la aparición de intolerancias o alergias alimentarias en ellas.
  • Otro factor importante es que en las ciudades se vive de una forma más "esterilizada", y donde no existe el contacto con la tierra, la naturaleza, los animales...algo que es la forma de vida natural del ser humano. Esto provoca que el organismo se vuelva más sensible y aparezcan alteraciones como las intolerancias y alergias alimentarias, entre otras.

4. El uso de aditivos

Hoy en día existe una tendencia peligrosamente extendida a abusar de la comida rápida, de los platos preparados y de los alimentos procesados. El ritmo de vida actual no nos permite detenernos no ya a cocinar, sino incluso a recolectar, por lo que se acelera el ritmo de producción de lo que comemos.

Todo esto interviene de manera directa en nuestro organismo, al que se le están proporcionando, a través de la comida, infinidad de nuevos aditivos y de componentes químicos que, durante milenios, no han formado parte de la dieta del ser humano. Y cientos, incluso miles de estas sustancias, pueden producir reacciones adversas en nuestro organismo.


Para terminar quisiera dejaros un pequeño consejo personal: 

En lo que vuestro día a día cotidiano os permita, buscad siempre alternativas NATURALES para vuestra vida, y aquí lo incluyo todo: 

-Los alimentos que cada día consumis ( teniendo muy en cuenta aquí la forma de cocinarlos).

-Las cremas, maquillajes, jabones, champús, desodorantes, etc. que utilizais (tened muy en cuenta que todo lo que os estais hechando en la piel, esta lo absorbe, y la grandísima mayoría de cremas y demás productos de belleza contienen químicos y aditivos).

-El tiempo libre de ocio ( ¿lo dedicas al movil, la televisión, los videojuegos, te lo pasas encerrado en casa, en un centro comercial, rodeado de asfalto, ruido...?..., ¿o lo disfrutas con un buen libro, haciendo ejercicio al aire libre, paseando, o simplemente sentado y disfrutando del sol en el monte, en la playa, en el campo?.

Podría continuar pero creo que la idea está clara. 


Porfavor, CUIDAOS MUCHO, en todas las áreas de la vida, porque todo lo que hacemos nos afecta.

Escoge lo bueno y natural, y vive sano.

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